ORACIÓN
La oración es el catalizador de la obra de Dios en y a través de nosotros. Dios quiere abrir nuestros ojos a la relación que podemos tener con Él y aumentar nuestra confianza en su capacidad para sostenernos y fortalecernos.
Si sientes que Dios tiene algo más para tu vida, la oración es un buen lugar para empezar a creer en todo lo que tiene para ti. A medida que lo busques, Él actuará a tu favor como nunca antes. Comenzarás a ver el poder de la oración en tus relaciones, tu trabajo, tu familia y en todas las áreas de tu vida.
¿NO SABES CÓMO ORAR?
La oración es simplemente una conversación con Dios. No hay una manera correcta o incorrecta de orar, pero hay algunas herramientas útiles para empezar.
- Crea un espacio donde no te distraigas ni te interrumpan.
- Ten a mano una libreta, una pluma y tu Biblia.
Comienza invitando a Dios a formar parte de tu tiempo con Él y luego siéntate en su presencia durante unos minutos. Si eso trae algo a tu corazón, sigue con eso. Si no, prueba una de las siguientes:
- Da gracias. Comienza a nombrarle a Dios aquellas cosas por las cuales estás agradecido.
- Dile a Dios lo grande que crees que Él es.
- Ríndele el control a Dios e invítalo a hablar en áreas de tu vida que podrías estar temiendo soltar.
- Reconoce tu dependencia de Dios invitándole libre y abiertamente a actuar en las distintas relaciones, circunstancias y acontecimientos de tu vida.
- Siéntate en silencio pidiéndole a Dios sentir su presencia y escuchar sus palabras.
- Escribe los pensamientos que tengas o los versículos que hayas leído.
Scripture References
1 Chronicles 16:11; Colossians 4:2; Philippians 4:6; 1 Peter 5:6-7; 1 Thessalonians 5:16-22
AYUNO
¿QUÉ ES EL AYUNO?
El objetivo del ayuno es acercarse a Dios. El ayuno bíblico siempre tiene que ver con la eliminación de las distracciones con un propósito espiritual. El ayuno oprime el botón de reinicio de nuestra alma y nos renueva de adentro hacia afuera. También nos permite celebrar la bondad y la misericordia de Dios y prepara nuestros corazones para todas las cosas buenas que Dios desea traer a nuestras vidas. No existe un mandato bíblico para el ayuno, pero se da a entender que formará parte de la vida regular de un cristiano con ejemplos de ayunos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Dietrich Bonhoeffer, en su libro El costo del discipulado, dijo: "Jesús da por sentado que sus discípulos observarán la piadosa costumbre del ayuno. El ejercicio estricto del dominio propio es una característica esencial de la vida cristiana. Tales costumbres tienen un solo propósito: hacer que los discípulos estén más dispuestos y alegres para cumplir las cosas que Dios quiere que hagan."
Recuerda que tu ayuno personal debe presentar un nivel de desafío, pero es muy importante conocer tu cuerpo, tus opciones y, lo más importante, buscar a Dios en la oración y seguir lo que el Espíritu Santo te guíe a hacer. Si esto es nuevo para ti, buscar el consejo de un mentor también puede ser sabio. El ayuno no debe ser un proceso dañino y siempre debe incluir agua para mantenerte hidratado.
DIFERENTES TIPOS DE AYUNO
Ayuno Completo: En este tipo de ayuno, sólo se beben líquidos, normalmente agua con jugos ligeros como opción.
Ayuno Selectivo: Este tipo de ayuno consiste en eliminar ciertos elementos de la dieta. Por ejemplo, eliminar el azúcar añadido o la cafeína.
Ayuno Parcial: Este ayuno se denomina a veces "ayuno judío" y consiste en abstenerse de comer cualquier tipo de alimento por la mañana y por la tarde. Puede corresponder a momentos específicos del día, como de las 6:00 a.m. a las 3:00 p.m., o desde el amanecer hasta el atardecer.
Ayuno del Alma: Ayuno del alma: Tu alma refleja toda tu vida. Este ayuno es una gran opción si no tienes mucha experiencia ayunando, si tienes problemas de salud que te impiden ayunar, o si deseas reenfocar ciertas áreas de tu vida que están desequilibradas. Por ejemplo, puedes optar por dejar de usar las redes sociales o de ver la televisión mientras dure el ayuno y luego volver a introducir cuidadosamente ese elemento en tu vida en dosis saludables al concluir el ayuno.
REFERENCIAS BÍBLICAS
Mateo 6:18; Mateo 9:14-15; Lucas 18:9-14; Hechos 27:33-37; Nehemías 9:1-3
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